Los vinos elaborados a partir de la uva CANNONAU son en líneas generales de color rojo rubí, bien estructurado, que envejecen muy bien de dos a seis años y con una graduación alcohólica nunca inferior al 12,5 %.
Son vinos suaves, muy amigables y bien estructurados, que armonizan perfectamente con las carnes de caza y con los sabores fuertes típicos de la cocina sarda, sobre todo con quesos de oveja como el Pecorino Sardo.
Sin duda alguna, en cuanto a sana y larga vida, Sardegna (Cerdeña) tiene mucho por ofrecer y el CANNOANAU forma parte de su receta secreta.
En Sardegna, la verdad está en la longevidad del CANNONAU, vino elaborado a partir de un viñedo cuyos orígenes se remontan a tres mil años atrás.
Cuentan que en tiempos antiguos fueron tierras habitadas por hadas y brujas.
Una historia que comenzó en el año 1700 AC, con la civilización de los Nuragus, pueblo guerrero y navegante que a pesar de ser invadidos por otras civilizaciones como fenicios y púnicos, lograron conservar sus propias costumbres.
La Corona de Aragón que ocupo la Sardegna por disposición del Papa Bonifacio VIII, implemento durante su dominio un fuerte sistema feudal desde el Siglo XII al siglo XVIII que duro su ocupación, también dejo sus huellas y legados, desde costumbres, gastronomia e idioma (actualmente en Sardegna se habla italiano, sardo y catalan) pero uno de los principales protagonistas de esta parte de la historia fue la uva tinta, la Cannonau (Garnacha), y aunque es de origen algo incierto, siempre está en la mesa del debate histórico, que si la llevaron los catalanes a la isla en aquellos tiempos de la corona o fueron los catalanes quienes la llevaron a España desde la Sardegna.
Lo cierto es que la Garnacha o Cannonau como se la llama en la región sarda da vinos espectaculares, donde tanto su cultivo y virtud para vinificar tiene raíces ancestrales.
Pero la longevidad de los sardos no tiene solo una base genética.
Según los estudios realizados al respecto, también puede ser debida a una combinación única de factores medioambientales y sociales, entre los cuales destacaría la alimentación, que desde hace miles de años se basa (y se transmite de generación en generación) en productos sanos y genuinos.
La dieta local también incluye el CANNONAU, auténtico “Elixir de larga vida”, que contiene tres veces más antioxidantes que otros vinos tintos y cuyos beneficios para el sistema cardiovascular son casi diez veces superiores a los de las variedades de vino cultivadas en otras regiones italianas.
Un vino famoso, conocido también por Gabriele D’Annunzio, que escribió sobre él en su prefacio a la guía ‘Osterie d’Italia’ de Hans Barth. Fue el primer testimonio del CANNONAU fuera de Sardegna.
Según se cuenta, cuando el insigne poeta visitó el pueblo de Oliena, le invitaron a entrar en una casa, donde pudo saborear el ‘néctar’ en su versión intensa del Nepente tras escuchar como el cabeza de familia le decía: “¿No conoce el Nepente de Oliena ni tan siquiera por su reputación? (...) Estoy seguro de que si toma un trago, no deseará marcharse nunca de la sombra de los blancos peñascos...”
Quien desea acompañar la lectura con la experiencia in situ no debería dejar de visitar el Nuorese, y su sierra de Supramonte, la Barbagia, el Mandrolisai y la Ogliastra, donde abundan los cultivos de esta uva negra: pequeños y sugestivos tesoros de una tierra rica de sabores y perfumes.
Pasear por espectaculares escenarios naturales entre los picos del Gennargentu y del Supramonte no solo ennoblece el espíritu, sino que gratifica el paladar y ofrece numerosas ocasiones para descubrir las notas fuertes de los viñedos locales: la ruta del CANNONAU es ideal para todos los públicos, desde familias de vacaciones hasta jóvenes parejas que huyen del ajetreo urbano.
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